martes, 1 de febrero de 2011

"La ultima hora"

Que felicidad tan grande nos da la perspectiva de una nueva vida, pero el soñar en un futuro incierto nos recuerda el lugar en el que estamos, depresiones y relieves en una geografía vivida desde hace años, cicatrices que en un cuerpo desnudo demuestran los largos días de torturas que se sufrieron por culpa de los engaños al igual de como sufrió nuestra amada Justine. Es la vida la fuente de heridas y curas en que los Dioses juegan con nosotros y experimentan en busca del umbral del dolor.
La luz de un nuevo amanecer nos obliga a despertar de un letargo obligatorio producto de la Matriz, y en espera de un elegido pactamos con el diablo para poder llevar nuestra vida sin alas, y caemos al igual que lo hicieron tantos ángeles al ser tentados por el dulce sabor del amor. Muchas personas morirán sin conocer el verdadero significado de la vida y somos pocos los que viviremos con el amargo sabor de conocer el ¿porque estamos? y el ¿adonde vamos? pues si alguno jamas a tropezado debería cortar sus piernas y arrastrarse hasta el pozo mas cercano, el que este libre de pecado que aproveche la situacion del suicidio pues en el pecado conocemos la naturaleza mas baja de nuestro ser y ahi llega con la tardanza de una buena noticia el arrepentimiento y el peso de una conciencia sobre el acto jamas realizado.
Es la vida, sucia bruja de incalculable maldad que se regocija cada vez mas en los actos mas mundanos y atroces que puede concebir la imaginacion humana y su delirante imaginacion nos lleva al precipicio cuya unica salida es saltar a los hermosos pechos de la muerte o pelear por una causa jamas buscada, un crimen jamas cometido, y una inocencia que no nos pertenece.

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