miércoles, 11 de marzo de 2015

"Epístola MDCII"

Estar tan alejado de mi mismo produce una extraña sensación de discontinuidad en mi vida. El pasado se deja ver en el futuro, el futuro quizá sea el presente y ya olvide lo que debía ser el presente pues vivo en un extraño lugar lejos del tiempo de los mortales.
En ese único vórtice de existencia todo parece estar bien excepto yo, pero es la existencia lo que me molesta, todos y todo existen felices sin buscar algo mas, simplemente no puedo entender como sus preocupaciones son tan terrenales, tan vacías, leen noticias políticas, se preocupan por la economía mundial y sus sueños funcionan en base al dinero. Se que estoy siendo dramático, siempre me he caracterizado por eso ¿pero acaso estoy equivocado? ¿acaso las religiones del mundo sirven solo para que las personas crean que no son tan malos? ¿acaso alguien sabe para que sirven los conceptos del bien y del mal? ¿acaso alguien habla del arte fuera de los museos y la influencia absurda de los críticos?
¿Quizá simplemente estoy un poco falta de amor? Realmente ya ni recuerdo lo que se siente eso, pues la verdad estoy algo decepcionado de las personas y no he conocido a alguien interesante en estos días, se que este berrinche es una muestra de "inmadurez" ¿pero acaso soy una fruta que deba estar madura?
Y es así como todo ese racionamiento me ha alejado de mi mismo. Es así como me he encerrado en la triste existencia humana, es así como me perdí en el tiempo y en los abismos del olvido, y la verdad es por eso que te escribo esta carta en busca de algo de comprensión. Es por eso que alejándome de mi termine separándome de ti.
Con todo el amor olvidado y el dolor de un alma atormentada.
Siempre tuyo.
Yo, o quizá ya alguien mas.