Todos queremos algo, y a nadie le gusta perderlo una vez conseguido. Pero a veces perdemos aquello con lo que nacimos, a lo que la costumbre y la necesidad nos ha hecho adictos. Ese es el peor de los casos, cuando la situación nos demuestra la inutilidad de nuestras fuerzas y nuestros deseos, no somos omnipotentes y por más que queramos no podemos controlar completa mente nuestras vidas (aunque lo intentare hasta el final) y mucho menos la de los otros. Si hay que dejar algo claro es que la humanidad no soporta perder lo que es suyo (familiares, amigos, dinero, bienes materiales), si es que suyo podría decirse. Creo que será una de las pocas verdades que mi ser ha pronunciado, pero seriamente hablando(o escribiendo) debo decir que las personas no nos pertenecen, y ese sentido de propiedad con el que las tratamos solo por amarlas es absurdo, les quitamos el derecho divino de equivocarse, de vivir, y hasta de morir solo escudándonos en el hecho de un sentimiento basado en la aceptación y valoración. El sentido de pertenencia es una forma de discriminar, de decirle a esas personas que no son lo suficiente mente inteligentes como para hacerlo mejor que nosotros, de privarlos del descanso eterno solo por miedo a vivir solos, y peor aun de no dejarlos amar a alguien más por no querer cambiar nuestro mundo y desequilibrar la ecuación.
La vida no vale, no se las hagan peor a aquellos que dicen amar, nadie merece ser esclavo de los sentimientos que inspira.
Donde el camino se acaba y solo queda la nada. Mas alla de los abismos, en el absurdo fondo del vivir. En el pais de la luna eterna, en el trono de los desdichados Malditos.
martes, 13 de julio de 2010
"Pertenencia"
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"nadie merece ser esclavo de los sentimientos que inspira."
ResponderEliminarCreo que soy una tirana.