Ha caído la primera lágrima, y tras ella al igual que una tormenta se ha desatado la tempestad, eso es algo nuevo pero a lo que tendrá que acostumbrarse, sus pensamientos rondan entre los actos inútiles y su enemigo vencido. El ha aprendido a llorar, es tan extraño que no comprende ese húmedo mecanismo de desahogo, sabe que su libertad tenia un propósito, y ve ese propósito amenazado, nadie lo sabia pero el también la amaba inclusive aun mas que su mortal carcelero.
El se ha proyectado, y ve una fructífera vida solitaria, donde la sangre ruede bañando los suelos, pero también donde su llanto sacie la tierra en forma de ríos. El ha perdido y el saberlo lo destroza como si cada uno de sus miembros fuesen arrancados por un instrumento de tortura, su estancia en la tierra solo sera un castigo mas, su libertad fue un engaño.
Hoy sus gritos se escuchan haciendo honor a su nombre y su espada solo quiere envainarse en su pecho, su vida acabaria pero es el maldito concepto de honor lo que lo mantiene, quisiera abandonarlo todo y demostrar que merece una esperanza, sus sacrificios están hechos y sus nuevos actos lo convertirán en algo diferente, un verdadero híbrido entre un dios y un mortal.
Pero no es así, el sabe lo que le espera, solo pueden pasar 2 cosas y eso lo dificulta todo, es el todo o nada, nadie podría salir de esto sin terminar herido, su blindaje se ha oxidado y sus fuerzas agotadas, su destino recae en las hermosas y suaves manos de una mortal y eso nunca ha sido una buena señal.
Sus ojos reciben con desagrado este fenómeno, las lágrimas dejaron de salir, pero el sabe que aun hay mas, sus pensamientos regresan a la idea original "ella" su pecho se siente aprisionado, sus piernas dejan de responder, para el es extraño el ser poseído cuando siempre fue al contrario, su garganta se anuda impidiéndole gritar y su respiracion cual insigne icono de un mortal, se acorta, la cordura que le quedaba empieza a despedirse con muecas de burlas y consejos sin sentido, y es así como nuevamente cae otra lágrima.
El se ha proyectado, y ve una fructífera vida solitaria, donde la sangre ruede bañando los suelos, pero también donde su llanto sacie la tierra en forma de ríos. El ha perdido y el saberlo lo destroza como si cada uno de sus miembros fuesen arrancados por un instrumento de tortura, su estancia en la tierra solo sera un castigo mas, su libertad fue un engaño.
Hoy sus gritos se escuchan haciendo honor a su nombre y su espada solo quiere envainarse en su pecho, su vida acabaria pero es el maldito concepto de honor lo que lo mantiene, quisiera abandonarlo todo y demostrar que merece una esperanza, sus sacrificios están hechos y sus nuevos actos lo convertirán en algo diferente, un verdadero híbrido entre un dios y un mortal.
Pero no es así, el sabe lo que le espera, solo pueden pasar 2 cosas y eso lo dificulta todo, es el todo o nada, nadie podría salir de esto sin terminar herido, su blindaje se ha oxidado y sus fuerzas agotadas, su destino recae en las hermosas y suaves manos de una mortal y eso nunca ha sido una buena señal.
Sus ojos reciben con desagrado este fenómeno, las lágrimas dejaron de salir, pero el sabe que aun hay mas, sus pensamientos regresan a la idea original "ella" su pecho se siente aprisionado, sus piernas dejan de responder, para el es extraño el ser poseído cuando siempre fue al contrario, su garganta se anuda impidiéndole gritar y su respiracion cual insigne icono de un mortal, se acorta, la cordura que le quedaba empieza a despedirse con muecas de burlas y consejos sin sentido, y es así como nuevamente cae otra lágrima.
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