Entre las blancas nubes y la estridente música sonríe nuestro héroe, soñando nuevamente(es lo que mas le gusta hacer) con cosas sin sentido y algún debate filosófico de amores pasados y futuros, entre libros de poesía y filosofía, con algún nuevo disco sonando en su cabeza y el rostro de una desconocida que momentaneamente se apodera de sus pensamientos. Alimentando la esperanza que como arma de doble filo lo infunde a escribir y a la vez lo destruye pues el es simplemente quien es(nada mas ni menos) y eso lo condena por el resto de sus días.
Aun se pregunta como actuar ante tales situaciones, ha comenzado la temporada de caza, las armas están listas para el buen combate, la ternura y la arrogancia danzan en un duelo, el amor corre para jamas ser alcanzado, los Dioses ríen y hacen sus apuestas.